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SAN AGUSTÍN (HUILA), en Mayúsculas

Acabo de llegar de un gran paseo por las tierras de San Agustín (Huila), en compañía de María Inés mi señora y mis hermanos Constanza y Germán, y no puedo menos que decir que fue espectacular, maravilloso y hasta alucinante. Nunca me imaginé que este recorrido que hicimos fuera a estar cargado de tantas sorpresas agradables e insólitas.


Los artistas del paseo

Nos trasladamos a este afamado y portentoso lugar por vía terrestre, madrugamos para salir a las 4 de la mañana y tomamos una espléndida carretera tipo autopista hasta la desviación para el Espinal. Ahí la carretera se redujo a una doble vía muy amplia y perfectamente asfaltada, hasta llegar a Neiva.

La duración del recorrido, contabilizando las paradas para echar gasolina y entrar al baño fue de 8 horas y media, tiempo este que nos llevó a transitar los 523 Kms que son los que separan a Bogotá de San Agustín Huila.

Llevamos comiso para desayunar en el carro, los consabidos y olorosos huevos duros que no nos pueden faltar y unos excelentes sanduches que preparó María Inés la víspera del viaje. El viaje es muy pintoresco por los sitios que uno va atravesando, en Cundinamarca, se pasa por Silvania, Fusagasugá, Melgar, Girardot.

Pasamos al departamento del Tolima y allí encontramos a Espinal, Guamo, Saldaña, Castilla y Natagaima. Todos estos municipios han desarrollado una especial gastronomía: la lechona, la avena, los bizcochos de cuajada, las famosas achiras, los envueltos de maíz, los famosos quesillos, y hasta los bien llamados insulsos. Yo tenía muchas ganas de realizar el viaje parando en algunas de estas poblaciones para probar alguno de estos manjares, pero mi hermano Germán que es muy meticuloso en asuntos gastronómicos no nos dejó, tuvimos que recurrir a los ya mencionados sanduches, así que coma dentro del carro y siga.


De pronto en la carretera antes de pasar al Huila, y antes de llegar a Aipe, divisamos desde lejos el vistoso cerro del Pacandé y de inmediato recordamos la bella canción compuesta por el maestro y médico huilense Jorge Villamil, “Al sur”. Esta canción dice en su primera estrofa “ Al sur, al sur, al sur, del cerro del Pacandé, está la tierra bonita, la tierra del Huila que me vio nacer”, y eso amigos es lo que empezamos a ver por estos lados.


Panorámica del Cerro de Pancandé


Cerca a Aipe, está el famoso Desierto de la Tatacoa, nombre este que según dicen fue tomado del comportamiento que a veces tienen las señoras, no es mi caso pero ahí está. El nombre de Tatacoa, viene de la lengua nativa yararaca (serpiente brava y venenosa), que fue una especie que dominó este territorio.

Y llegamos a Neiva , la bella capital del Huila, la pasamos de ladito como dicen, no sin antes apreciar la bella escultura de La Gaitana sobre el río Magdalena.

Escultura de La Gaitana. Rodrigo Arenas Betancourt


Después de Neiva están Campoalegre, Hobo, Gigante, Garzón, Altamira, Timaná y Pitalito. El paisaje que ahora se puede empezar a apreciar cambia y empezamos a ver zona cafetera, con mucho sembrado de plátano, frijol, yuca y frutas como el lulo, pitahaya y otras más. Es una zona muy parecida a nuestro Caldas, Risaralda, Quindío y Antioquia.

Zona cafetera del Huila


Vale la pena mencionar que en este recorrido tuvimos que desviarnos antes de Campoalegre por una avalancha de un río que se presentó unos días antes, eso hizo que tuviéramos que tomar una desviación por Betania, lo cual nos llevó a pasar pegados a la represa que lleva este nombre. Es una obra monumental de ingeniería. Entramos después a Gigante a apreciar la centenaria ceiba que está en su plaza principal, hermosa y majestuosa.

La ceiba de Gigante


Por cierto Pitalito es la última población antes de llegar a San Agustín, se caracteriza junto con los municipios aledaños por la siembra y cosecha del café, el café de Pitalito según dicen los expertos ha sido premiado en diferentes oportunidades como el mejor del país.


Y por fin llegamos a San Agustín Huila y la sorpresa por todo lo que empezamos a conocer fue mayúscula, yo por ello a partir de este momento me referiré a este municipio también en mayúsculas SAN AGUSTIN. Nos alojamos en un bello hotel al cual haré referencia más adelante, allí nos dimos a la tarea de descansar del viaje no sin antes tomarnos unos pocos y buenos “drinks” y de agotar el resto de los maltrechos huevos duros y de lo que quedaba de los sanduches del viaje.

Al otro día muy puntual a la hora programada a las 8 a.m., nos recogió el guía, llamado Hernán Daza, para iniciar nuestro recorrido por esas tierras. Nos llevó en primer lugar al PARQUE ARQUEOLOGICO DE SAN AGUSTIN.

Fotografía del parque arqueológico de SAN AGUSTÍN

Es uno de los más importantes espacios arqueológicos de Colombia fue declarado en 1995 por la Unesco como patrimonio de la humanidad. Es la necrópolis de mayor extensión a nivel mundial.

En este parque se yergue, en medio de un paisaje natural impresionante, el mayor conjunto de monumentos religiosos y esculturas megalíticas de Sudamérica. Las representaciones de deidades y bestias mitológicas están ejecutadas con gran maestría en diferentes estilos, que van desde la abstracción al realismo. Estas obras de arte muestran la fuerza creadora e imaginativa de una cultura de la región andina.

El parque arqueológico San Agustín está formado por tres predios:

  • SAN AGUSTIN.

  • Alto de los Ídolos.

  • Alto de las Piedras.

Los dos últimos no pertenecen al parque arqueológico de SAN AGUSTIN; son parques independientes que se encuentran en el municipio de San José Isnos, a pocos kilómetros de SAN AGUSTIN.

Uno en este parque no sabe en realidad que apreciar primero, si el hermoso paisaje en donde estamos, el macizo colombiano, en el cual podemos apreciar el nacimiento de las tres cordilleras de nuestro país, o la imponente presencia de esculturas del parque. Créanme que en este lugar se siente una energía única que corresponde a un lugar con una connotación sagrada para los antepasados. Nos demoramos 4 horas y media en recorrer a pie el parque, incluyendo sus cuatro terrazas, y la famosa y renombrada fuente del Lavapatas, mientras Hernán nuestro guía, nos iba ilustrando con gran sapiencia y humor los pormenores e historia de cada escultura.

Fuente del Lavapatas


Por cierto no se tiene conocimiento exacto de qué cultura fue la que realizó toda esta monumental obra, por ello, aquí todos los que conocen el tema se refieren al “Pueblo escultor”. Y dicho sea de paso les comento que la obra ha entrado a la perpetuidad humana, gracias a que el Pueblo Escultor una vez tallaba las obras procedía a enterrarlas, así fue entonces como hoy las podemos apreciar a pesar del saqueo a que ha sido sometido todo este lugar por los guaqueros y uno que otro arqueólogo venido del exterior.

Hipogeo del parque arqueológico de SAN AGUSTÍN

Resalto también con mayúsculas el PERFECTO ESTADO Y CONSERVACIÓN DEL PARQUE, maravillosamente administrado por el ICANH, Instituto Nacional de Historia y Antropología, perfecta demostración de que en Colombia podemos hacer las cosas bien, tal y como lo hacen en los países más avanzados del exterior. Un aplauso para el ICANH.


Después de esta extenuante caminata, fuimos a tomar el almuerzo a nuestro hotel, y a prepararnos para el recorrido a caballo por la tarde. Y a eso de las dos de la tarde llegaron los jumentos perfectamente ensillados para nosotros. La montada fue algo aparatosa, especialmente para nuestra hermana Constanza, a la que tuvimos que elevarla a la silla del caballo entre mi hermano Germán, el guía de esta tarde llamado Bolívar y yo. A la pobre Constanza le tuvimos que dar una manoseada tremenda como hacía rato que no la tenía, ella se carcajeó de lo lindo, no sabemos si por la manoseada o por lo aparatoso del momento.


Tres de los cuatro jinetes


Y nos dimos a la tarea de visitar otros hermosos sitios, tales como El Tablón y la Chaquira, ambos sitios con una también impresionante historia arqueológica , durante tres horas y media.


Este último lugar situado en el majestuoso cañón del rio Magdalena a treinta kilómetros de su nacimiento, créanme si les digo sin apasionamiento de ninguna clase es comparable por su belleza natural, por su paisaje y por lo sobrecogedor de la profundidad del cañón, al del rio Colorado, solo que el nuestro está lleno de vegetación.

Escultura en piedra de “La Chaquira” y El cañón del Magdalena


Mientras cabalgábamos y a medida que nos teníamos que apear del caballo para apreciar los sitios por donde íbamos pasando, nuestro cuerpo empezó a sentir los efectos y los rigores de la montada a caballo, por ello cuando por fin llegamos nuevamente al hotel, y nos bajamos de los corceles, el dolor en las piernas y en la horqueta fue tremendo, aun hoy día, pasados tres días, tengo rezagos de los dolores a pesar de los dolex que nos hemos tomado para apaciguar el malestar en los músculos y en la pobre horqueta.

Después de esta cabalgata tomamos el carro y fuimos al centro de SAN AGUSTÍN , a comprar agua y algunas frutas, para que el estómago de algunos de nuestros compañeros de viaje se moviera. A renglón seguido fuimos a un bello y pequeño restaurante italiano llamado Pepe Nero ( En italiano significa pimienta negra, según mi hermano Germán), donde quedamos muy satisfechos por la calidad de la comida y por el servicio. Y después a dormir, estábamos exhaustos por el trajín del día.


Al otro día después del suculento desayuno servido en el hotel, llegó nuestro guía Hernán en un Jeep, con un conductor de nombre Marino Bravo, para iniciar el recorrido de este día por el anillo turístico del sur. Empezamos por otra belleza natural, única en su estilo y majestuosa por su ubicación y por ser un bello accidente geográfico: el estrecho del Magdalena. A solo diez minutos del municipio de SAN AGUSTÍN y por una carretera que no está en buenas condiciones, llegamos a este hermoso paraje que deja sorprendido y alelado al visitante.

El impresionante estrecho del rio Magdalena


Se presenta cuando el río Magdalena se ve obligado a reducirse para pasar entre las rocas que forman un canal de 2,20 metros de ancho; rodeado de rocas, ríos, montañas, tupida vegetación y en la ribera de grandes piedras sirviendo de marco al caudal de agua limpia color verde. A propósito para nosotros los pescadores, en este sitio y más arriba de él, el río tiene truchas, sorpréndanse: truchas en el Magdalena. Menciono aquí las bellas artesanías únicas en el mundo, que venden en este sitio hechas de la mata del plátano: sombreros, caminos para las mesas, carpetas etc.

De aquí por esta misma deteriorada carretera subimos al corregimiento de Obando, con un bello parque central convertido en parque arqueológico por las tumbas que se han encontrado y con un estupendo y organizado museo histórico y arqueológico.

Retomando este anillo turístico del sur, que entre otras cosas, se está trabajando en su pavimentación y adecuación en todo su recorrido, llegamos al ALTO DE LOS ÍDOLOS, constituido por siete montículos funerarios ubicados en una loma natural en forma de herradura, el cual es después del parque arqueológico de SAN AGUSTÍN, el sitio con mayor densidad de tumbas y estatuaria de la región. Se hallan sarcófagos de piedra de gran tamaño, decorados con diseños y pinturas muy elaborados. Uno de ellos sobresale por su tapa tallada. Hay diversas figuras zoomorfas que sugieren intercambios entre los antiguos pobladores del alto Magdalena con los habitantes de otras regiones posiblemente de zonas selváticas, hacia el Amazonas. Resalto también la presentación y cuidado del sitio por parte del ICANH, sitio que también es patrimonio de la humanidad. Es espectacular.


Hipogeo del Alto de los Ídolos y el Doble Yo en Alto de las Piedras

A la salida del sitio pudimos en un bello restaurante tomar el almuerzo, de gran calidad y con un excelente precio.

Continuando con el circuito fuimos ahora a otro sitio cargado de historia, se trata del ALTO DE LAS PIEDRAS también patrimonio de la humanidad y también administrado por la ICANH, cuyos espacios funerarios se caracterizan por la profundidad de las tumbas y la conservación de la pintura original de las lajas. Para los ególatras les comento que en este sitio se encuentra la enigmática estatua conocida como “el doble Yo”, que se ha prestado a numerosas interpretaciones, la más popular de ellas es afín a la teoría del “ ello, del yo, y del super yo” elaborada por el psicoanálisis de Freud, y que nos recuerda a tanto político y mandatario nuestro que seguramente se habrán dado la paseadita por el lugar o lo habrán aprendido por otros medios del poder.


Para finalizar el recorrido y ya entrada la tarde nos llevaron a otra belleza natural de la zona, el para mi desconocido Salto de Bordones, cascada de aproximadamente 400 metros de altura y con un impresionante chorro a pesar de que, según los moradores en ese momento no tenía tanta agua. Es imponente y en mi concepto muy superior en todo sentido al famoso salto Tequendama. Este chorro nos hizo recordar con lágrimas en los ojos lo que nos pasa a los mayores de edad con el acto de la micción, en donde nuestro chorro disminuye con la edad, por el uso de nuestra ya consabida “posdata” o próstata. Este chorro en cambio se conserva.

Salto de Bordones con los artistas del paseo


Para finalizar todo este recorrido que hemos hecho en su mayoría transitando por el municipio de Isnos, nos dirigimos nuevamente al hotel, no sin antes resaltar dos cosas que aprendimos del conductor del vehículo en que íbamos, la primera fue enseñarnos la mata de donde se extrae de su raíz la harina para las ACHIRAS. No lo sabíamos. Marino nuestro conductor se encargó durante todo el camino por ponerle el tinte y el gracejo al recorrido, matizándolo con dichos de toda clase, uno de ellos nos hizo reír mucho, ahí les va: “ el hombre es hombre aunque la mujer le pegue”.


Y a prepararnos para el regreso, fuimos al centro de la ciudad y allí en un muy buen Supermercado (Olimpica), compramos huevos y atún para hacer los sanduches. Mi hermano Germán nos puso nuevamente a madrugar porque tenía una reunión por la tarde. En el hotel nos colaboraron para hacer nuestros amados huevos duros y los sanduches. Y emprenda el regreso nuevamente a las 4 de la mañana. El regreso fue perfecto, solo que esta vez nos toco ya pasar por Campoalegre, y aquí viene la nota triste del paseo, ya que presenciamos el devastador paso de la avalancha por Campoalegre, créanme si les digo que fue impresionante, probablemente tan intensa la fuerza del agua que arrastró moles de piedras y tapó casas y maquinaria a su paso por el puente de esta localidad.

Y llegamos nuevamente a la capital a luchar con otra avalancha y a sufrir los consabidos rigores de nuestro ya conocido tránsito.


Nuestro viaje en resumen como lo dije al comienzo fue más que espectacular, nos encontramos en todos los sitios que visitamos con una gente que tiene arraigado perfectamente el concepto del servicio y de la amabilidad. El aseo en todos los sitios, la inmaculada presentación de todos los baños demuestran que están preparados para recibir al turista, que bien.

En todos los sitios que visitamos es impresionante también la presencia de turistas especialmente extranjeros, lo que demuestra que empieza a tener o tiene un renombre mundial.

Yo a través del internet me di a la tarea de buscar una empresa operadora que nos pudiera prestar todos los servicios y contacté por intermedio de esta dirección www.disfrutasanagustin.com a DISFRUTA SAN AGUSTÍN y a su directora Claudia Elena Ospina. Los teléfonos para los que puedan estar interesados son 3103050935 o 3209673925. Su correo electrónico es reservas@disfrutasanagustin.com. Claudia estuvo en permanente contacto con nosotros, para saber como nos había ido en cada sitio. Gracias mil Claudia por tu muy amable y total entrega. Y a través tuyo queremos hacerle llegar nuestra nota de agradecimiento a los guías Hernán, Bolívar y al conductor Marino.

A través de Claudia contactamos el hotel. Un bello hotel llamado “El alto de los Andaquíes”, con una arquitectura muy bella, y con un impecable servicio y amabilidad. Y además una excelente comida.

Hostal Alto de los Andaquíes


Debo mencionar el precio que pagué, porque la verdad creo que es muy cómodo para poder realizar el viaje. El total a la agencia le pagamos $490.000.oo por persona, lo cual incluye, tres noches de hotel, desayunos, guías, transporte, caballos, y entrada a los parques. Con mis hermanos, hicimos una “vaca”, para el resto de gastos como gasolina del carro, propinas, y almuerzos y comidas y el costo total del viaje por persona fue de $ 930.000.oo, es decir aproximadamente 310 dólares por cabeza. O sea que el viaje paseo, además de espectacular, maravilloso y alucinante resultó en mi concepto muy barato.


Así que este paseo lo recomendamos con 5 aclamado.

Gracias mil

Alberto



Artículo escrito por Alberto Monsalve, uno de nuestros clientes Disfruta San Agustín

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